Elijo alimentarte con mi leche y a través de ella fluyen mis energías, mi amor, mi calor.
Un cocktail de sensaciones nos atraviesan y nos empujan a tomar decisiones como nunca antes. Pareciera que sabemos poco y a la vez mucho, caminamos en círculos por la habitación y hacemos ruiditos con la boca para calmar su llanto.
Pero ninguna calma más que la teta, la teta es su sostén, su refugio seguro, el otro lado de la panza, su lugar favorito.
"Tenemos 40 semanas para preparar su bienvenida y cuando por fin llega a nuestros brazos, pareciera que el mundo se detiene por unos segundos."
Estar ahí cerquita y disponible para que las pieles entren en contacto y la magia de las hormonas pueda hacer su parte. Nuestros cuerpos están preparados para este momento, el corazón nos avisa que algo nuevo y hermoso está pasando. Es una experiencia única y sin comparación, la maternidad nos transforma, nos hace ver con los ojos del amor y conectar con esta preciosa personita sin usar siquiera las palabras.
Navegando juntos por un mar de incertidumbre, llenos de dudas y equivocaciones, piloteando obstáculos cada madrugada y cada noche. Celebrando nuestros logros en silencio, en medio de sonrisas cómplices y los ojitos chinos del sueño. Acertamos esta, pero la próxima no sabemos.
Dormir, no dormir, medio dormir... vos y yo transitando una verdadera prueba del amor.
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